Dando tanto que he sentido secarme he vivido, la fuente de mi alma sentía gotear, pero una fuente mayor vino a llenar mi caudal.
Con estas letras comenzaré a dejar fluir en mi ser la fuente de agua viva que me nutre y me colma como copa.
Gracias a todos los que se acerquen a calmar su sed.
Que la conciencia de Dios ilumine tu espiritu.
jueves, 19 de marzo de 2009
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